Porque la gente que está
lo suficientemente loca como para pensar que pueden cambiar el mundo, son los
que logran hacerlo.
Slogan “Think Different” Apple 1997.
Para Steve sólo existían dos tipos de personas:
los iluminados y los gilipollas. La ideas de los primeros eran “lo mejor que
había oído”, aunque luego no la llevase a la práctica, y las ideas de los
segundos eran “una mierda absoluta”. Había una característica de Jobs que
verdaderamente te hacía sentir impotente y era su capacidad de convertir tus
ideas absurdas tras unas semanas en suyas y anúncialas como fabulosas. Otra
particularidad de la personalidad de Jobs era su campo de distorsión de la
realidad: cuando un ingeniero le enseñaba una aplicación, él decía que era una
basura y que tenía que hacer cosas que para el ingeniero eran técnicamente
imposibles. Le decía que era un inútil y que le largaría si no lo conseguía, el
ingeniero no sólo conseguía lo que le pedía Jobs, sino más. El equipo del
primer Mac que se encontraba a cargo de Steve decidió empelar un “filtro de
paso bajo” para los juicios emitidos por Jobs. Algunos os preguntareis qué es
eso, pues bien, se trata de un concepto electrónico que reduce la amplitud de
las señales de alta frecuencia y así conseguían no alborotarse si algún día
estaba más capullo de la cuenta. Todo esto y mucho más hizo que un grupo de
ingenieros dirigidos por este sujeto lograran una computadora como el primer
Mac en el que se fijaron y del que nacieron los ordenadores que ahora tenemos
con esta interfaz gráfica a base de ventanas e iconos tan intuitiva.
En esta entrada no quiero hablar ni se su vida ni
de su pasado, porque para eso ya esta Wikipedia y demás medios de comunicación.
Yo lo quiero es plasmar la personalidad de Steve Jobs, que no tanta gente la
conoce y que, sin embargo, me parece que es lo que realmente hace interesante
este libro. Os invito a leerlo y
analizarlo desde este punto de vista y os prometo que os será muy provechoso.
Por ultimo os dejo dos vídeos, uno de el que posiblemente sea el spot publicitario más famoso del mundo, y el otro de la presentación del primer
Mac en 1984.
“¡Hasta
el infinito y más allá!”
(Película Toy Story, Pixar)