jueves, 20 de septiembre de 2012

La biografía de Steve Jobs: la muerte que conmocionó a mundo.


Porque la gente que está lo suficientemente loca como para pensar que pueden cambiar el mundo, son los que logran hacerlo.
Slogan “Think Different” Apple 1997.

Muchos piensan que fue un genio, otros un loco, otros un tipo listo y espabilado y otros (y aquí entra la gente que trabajó para él) un tremendo capullo. ¿Qué opinión tenemos los que nos hemos leído su biografía? Una mezcla de ambas, por lo menos yo. Pero aunque tengamos claro que fue un capullo después de leer las setecientas y pico paginas de ese tocho blanco y pesado encima de tu escritorio, desde el que el amenazante Steve Jobs te sigue con la mirada mientras se toca la barbilla y tú buscas las malditas llaves de coche, le miras y piensas:”¡Maldita sea!, fue un genio”. Pero no uno de esos genios del pasado como puedan serlo Beethoven o Tesla que hacían cosas increíbles. Steve, sin embargo, conseguía que las personas que trabajan con las hicieran.

Para Steve sólo existían dos tipos de personas: los iluminados y los gilipollas. La ideas de los primeros eran “lo mejor que había oído”, aunque luego no la llevase a la práctica, y las ideas de los segundos eran “una mierda absoluta”. Había una característica de Jobs que verdaderamente te hacía sentir impotente y era su capacidad de convertir tus ideas absurdas tras unas semanas en suyas y anúncialas como fabulosas. Otra particularidad de la personalidad de Jobs era su campo de distorsión de la realidad: cuando un ingeniero le enseñaba una aplicación, él decía que era una basura y que tenía que hacer cosas que para el ingeniero eran técnicamente imposibles. Le decía que era un inútil y que le largaría si no lo conseguía, el ingeniero no sólo conseguía lo que le pedía Jobs, sino más. El equipo del primer Mac que se encontraba a cargo de Steve decidió empelar un “filtro de paso bajo” para los juicios emitidos por Jobs. Algunos os preguntareis qué es eso, pues bien, se trata de un concepto electrónico que reduce la amplitud de las señales de alta frecuencia y así conseguían no alborotarse si algún día estaba más capullo de la cuenta. Todo esto y mucho más hizo que un grupo de ingenieros dirigidos por este sujeto lograran una computadora como el primer Mac en el que se fijaron y del que nacieron los ordenadores que ahora tenemos con esta interfaz gráfica a base de ventanas e iconos tan intuitiva.



En esta entrada no quiero hablar ni se su vida ni de su pasado, porque para eso ya esta Wikipedia y demás medios de comunicación. Yo lo quiero es plasmar la personalidad de Steve Jobs, que no tanta gente la conoce y que, sin embargo, me parece que es lo que realmente hace interesante este libro. Os invito a  leerlo y analizarlo desde este punto de vista y os prometo que os será muy provechoso.

Por ultimo os dejo dos vídeos, uno de el que posiblemente sea el spot publicitario más famoso del mundo, y el otro de la presentación del primer Mac en 1984.

“¡Hasta el infinito y más allá!”
(Película Toy Story, Pixar)