Dan las 10 de la mañana de un domingo de Julio. Nos encontramos en Brighton (Sussex Orientale, UK), brilla el sol y hay una temperatura de 64.4ºF (18ºC). En el garaje de tu casa te espera él y tú sólo tienes que desayunar, vestirte, bajar, encender tu Morgan y ¡a disfrutar!
Llega al salón de Ginebra el ya conocido Morgan 3 Wheeler con deportividad y un tanto de nostalgia. Este “trasto” nació en 1909, diseñado y desarrollado por Harry Morgan y reconocido como el vehículo ligero más exitoso de los inicios del automóvil. Se fabricaron cerca de 30.000, construidos en Malvern y muchos otros más bajo licencia por Darmont Morgan en Francia.
Este vehículo de ensueño vuelve a las angostas carreteras cubiertas de árboles de Inglaterra. Y no sólo eso, ya que también ha sido aprobado por las autoridades del transporte por carretera de EE.UU. y el resto de Europa.
Esta maravilla monta un motor bicilíndrico “V Twin” firmado por S&S, con inyección directa de gasolina y complementado con un cambio de origen Mazda. Desarrolla 175 CV que se transmiten únicamente a la rueda trasera, con una buena cifra de par (aunque sin especificar un valor concreto). Alcanza los 185 km/h y tiene una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos. Este potente “triciclo” ya tenía el tiempo record de velocidad para una distancia de coches de litro en la década de los 30 ¿Por qué cambiar la historia?
Todos preferiríamos pegarnos la torta en un Mercedes S que en esta preciosidad, ¿verdad? pero aun así para seguridad de sus pasajeros su carrocería de aluminio se monta sobre un chasis tubular reforzado. Y como ya se sabe el lujo y la sencillez para los ingleses no son incompatibles, amen de ser algo totalmente indispensable ellos. Por eso el Morgan está lleno de detalles, como sus tres llantas con ruedas cromadas, su gigante escape doble en uno de sus laterales, asientos de cuero, relojes inspirados en aviones de la II Guerra Mundial, pegatinas y demás cosas que nos engordaran su asequible e inesperado precio inicial de 30.000€ (sin impuestos incluidos).
Estoy seguro que el verano que viene se podrá ver esta leyenda ya resucitada en la calles cercanas a carnaby Street o en la puerta de algún pub de Notting Hill.
Os dejo un par de vídeos para que veáis de los que es capaz este juguete y poneros “los dientes largos”.